Monday, August 11, 2008

Edmundo Paz Soldán y su detective Mario Martínez




FRAGMENTO DE ENTREVISTA REALIZADA POR :Carlos Cortés (Costa Rica)


Edmundo Paz Soldán (Bolivia)

Ganador del prestigiado Premio de Cuento Juan Rulfo 1997, nació en 1967 en Cochabamba, Bolivia. Doctor en Literatura Hispanoamericana por la Universidad de Berkeley, ha publicado, entre otros, la novela Días de papel (1992) y el libro de cuentos Amores imperfectos (Alfaguara). Río fugitivo, publicada también bajo el sello Alfaguara, tiene por protagonista a Roby, un adolescente que plagia famosas tramas policiacas para divertir a sus amigos y descubre así su vocación literaria. La novela es entretenida y expone, además, el proceso de escritura de una novela policiaca.

Retratas admirablemente a tu propia generación. Tu personaje Roby sueña con ser escritor, como sin duda lo soñabas tú a esa edad, ¿cómo nació esa inquietud en un país tan poco atento a la literatura?

Nació a pesar de mí mismo, aunque primero adquirí una gran vocación como lector. Mi personaje es algo autobiográfico, también entre los 13 y 15 años me sentía absolutamente fascinado por las novelas policiacas y transmití esa fascinación a mis amigos. Me dedicaba a plagiar historias, a resumirlas. Transformaba una novela de Agatha Christie de 250 cuartillas en un cuentito de 20, donde además bolivianizaba la trama. Mi detective se llamaba Mario Martínez, como el de la novela, y como mis amigos no leían, pude mantener el engaño por cuatro o cinco años, sin darme cuenta que me estaba ejercitando.

En Río fugitivo intercalas con la narración instrucciones para elaborar una novela policiaca...

Con los años uno va adquiriendo experiencia para escribir, aunque cada novela viene con su propia carga de problemas y desafíos a plantearse. A los 22 años escribí mi primera novela, Días de papel, y la pude escribir gracias a que era un gran ignorante. Conforme vas conociendo el mundo, vas matizando tu visión, aunque eso puede ser contraproducente, te vuelves menos arriesgado


Retratas admirablemente a tu propia generación. Tu personaje Roby sueña con ser escritor, como sin duda lo soñabas tú a esa edad, ¿cómo nació esa inquietud en un país tan poco atento a la literatura?

Nació a pesar de mí mismo, aunque primero adquirí una gran vocación como lector. Mi personaje es algo autobiográfico, también entre los 13 y 15 años me sentía absolutamente fascinado por las novelas policiacas y transmití esa fascinación a mis amigos. Me dedicaba a plagiar historias, a resumirlas. Transformaba una novela de Agatha Christie de 250 cuartillas en un cuentito de 20, donde además bolivianizaba la trama. Mi detective se llamaba Mario Martínez, como el de la novela, y como mis amigos no leían, pude mantener el engaño por cuatro o cinco años, sin darme cuenta que me estaba ejercitando



FRAGMENTO DEL ARTICULO TITULADO : Figuras de la ley

Por Edmundo Paz Soldán

A los once años descubrí en la biblioteca de mi papá las novelas policiales de Agatha Christie. Leí una de ellas, El secreto de Chimneys, y me quedé en el mundo de la Christie por el resto de mi adolescencia.

La principal razón no tenía nada que ver con su prosa funcional; tampoco con sus argumentos rebuscados, de muertes con dardos envenenados en un avión, aunque éstos llamaban algo mi atención, sobre todo porque la novelista inglesa fue una maestra en el arte de estirar hasta el infinito el ars combinatoria del policial. Era el personaje principal quien me seducía.

Hércules Poirot, el detective belga, andaba por el mundo resolviendo casos con arrogancia y displicencia. Bajo de estatura, calvo y con mostachos, Poirot era una figura cómica, una suerte de pariente cercano de Chaplin. Gracias a él, revisé todas las librerías y revisterías de mi polvorienta ciudad, hasta dar con casi todas las novelas -alrededor de ochenta-- que escribió la Christie (y me decepcioné algunas veces, al descubrir que el personaje principal era Miss Marple). Gracias a él, comencé a escribir cuentos plagiados a la Christie, e inventé mi primer personaje literario: el detective Mario Martínez (el nombre se lo robé a un tenista boliviano que esos días había llegado a la posición 33 en el ranking mundial).

1 Comments:

Blogger rosa said...

I was looking for Mario Martinez and I find your web site.sorry but I didn't understand propely what is wrote cause I don't speak your lenguage. I met Mario a long time ago and I would like to find him again!
thank you .
rosa@crognale.net

12:54 PM

 

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