Alrededor de la torre : Una novela sobre el racismo
Por Josefa Salmón
Volúmen Dos de la RevistaE BRR/Febrero de 2002
Edmundo Paz Soldán (Cochabamba, 1967) obtuvo el doctorado en Literatura Hispanoamericana en la Universidad de California, Berkeley.Actualmente es profesor en la Universidad de Cornell.. Sus libros "Las Máscaras de la Nada" (1990) y Desapariciones" (1994) fueron finalistas en el más importante concurso de literatura en español en los EE.UU. Su novela "Días de Papel" (1992) ganó el premio nacional "Erich Guttentag". Ha sido antologado en varios volúmenes y varias lenguas. "Alrededor de la Torre" es su más reciente obra. El escritor Alberto Fuguet, autor de "Mala Onda" ha dicho que: " Paz Soldán practica el realismo virtual".
Josefa Salmón es Associate Professor of Spanish and Latin American Literature en Loyola University, New Orleans. Es también Presidenta y cofundadora de la Asociación de Estudios Bolivianos. Ha publicado varios artículos sobre indigenismo y literatura boliviana y El espejo indígena. El discurso indigenista en Bolivia 1900-1952 (1997). También investiga y enseña cursos sobre el cine y la Revolución Mexicana, y pensamiento latinoamericano.
JS ¿Cuándo y cómo empezaste a escribir? ¿Qué te motivo?
EPS. Empecé a escribir en serio en Buenos Aires, hacia 1986. Yo tenía 19 años, había ido allá a estudiar Relaciones Internacionales. Escribía mucho durante mi adolescencia, pero lo tomoba como un pasatiempo, nada en serio. En Buenos Aires, ver a tantos chicos de mi edad interesados en la literatura, en ser escritores, me despertó una sana envidia. ¿por qué ellos sí y yo no, si es que eso es lo que me gusta? Así que me animé. Ahí fue cuando descubri que escribir significa reescribir.
JS. Las máscaras de la nada, tu primer libro de cuentos, tiene una tendencia borgeana. ¿Qué es lo que aprecias de Borges y qué es lo que temes?
EPS. Borges me deslumbró en el colegio. Me interesaba mucho esa su combinación de pura fuerza narrativa y sofisticada construcción intelectual. El miedo es que su mundo es muy suyo, es un territorio que si no te cuidas puede terminar devorándote. Me gustaba tanto Borges que se convirtió en una influencia peligrosa y dejé de leerlo por un buen tiempo, para matizar esa influencia.
JS ¿Podrías contarnos cómo escribiste el cuento “Dochera” ganador del premio Juan Rulfo?
EPS. Una mañana, en Cochabamba, se me vinieron a la mente, casi intactas, las primeras frases del cuento, que son definiciones conocidas en los crucigramas. Me retroatraían a mi adolescencia, pues yo crecí haciendo los crucigramas de Mario Lara en Los Tiempos. El cuento nació de mi deseo de imaginarme el mundo misterioso del crucigramista, ese ser que juega con palabras todos los días. Al final, terminé convirtiendo al personaje en una suerte de metáfora del creador absoluto, aquel que prefiere perderse en su mundo inventado y le da la espalda a la realidad. El cuento lo escribí mi último semestre de doctorado en Berkeley, en 1997.
JS ¿Cómo crees que este cuento o tu obra en general se conecta con la literatura latinoamericana y ¿cómo crees que se diferencia?
EPS. Yo me siento muy cómodo trabajando dentro de la tradición latinoamericana, vengo de Borges, de Onetti, de Vargas Llosa. Creo que de nada sirve intentar oficiar de parricida y que más bien uno aprende más entroncándose con la gran tradición, tratando apenas de ponerle un matiz muy pequeño a un edificio ya construido de manera muy sólida. En cuanto a diferencias, sobre todo en mis últimas obras es más notorio un deseo por trabajar cuestiones del impacto de la ciencia y la tecnología en la vida cotidiana; esos temas me parece que no han sido muy trabajados dentro de nuestra tradición.
JS. Me gustaría saber más sobre tu novela Alrededor de la Torre. En específico, cómo creaste al personaje, Marcelo Aguilar, el candidato indígena en esta novela. ¿Cómo y hasta qué punto influencia el Ex-vicepresidente aymara Hugo Cárdenas? Creo que te escuché decir que escuchaste o leíste algunos discursos de él. ¿Verdad?
EPS. El modelo de Marcelo Aguilar es Hugo Cárdenas. Me sirvió mucho la transcripción de una entrevista que le hizo Carlos Mesa en "De Cerca". Esa entrevista es la base para lo que yo considero el núcleo de la novela, la entrevista de Roxana con Aguilar. Después, en cuanto al personaje en sí, poco a poco me traté de apartar del modelo. Victor Hugo, por ejemplo, siempre anda bromeando, parece solemne pero no lo es; Aguilar, en cambio, anda serio todo el tiempo.
JS. Creo que en esta novela se juntan tu trabajo de investigador de la obra de Alcides Arguedas y el de escritor. Si es cierto, ¿podrías explicar cómo lo ves tú?
EPS. Es muy difícil intentar una carrera literaria y una académica al mismo tiempo. Una de las cosas que me ha funcionado -de manera precaria- es que la investigación para un trabajo académico me sirva para una novela, y viceversa. Al escribir mi tesis doctoral sobre Alcides Arguedas, se me ocurrió que podría intentar ver cómo seguían vigentes las ideas de Arguedas en el presente boliviano, y construí al personaje de Alonso, el paramilitar, con la ideología de Arguedas.
JS. Según tu opinión de crítico boliviano, ¿qué importancia piensas que tienen las identidades étnicas en la literatura de esta época? Por ejemplo, se le ha criticado a Arguedas de ser antinacionalista por su libro Pueblo enfermo y se ha aclamado a Franz Tamayo por crear una identidad indígena más “positiva”.
EPS. La cuestión de la identidad étnica en la literatura de esta época es fundamental, quizás el tema central. Críticos como tú, Leonardo García Pabón y otros lo han visto muy bien. Se trata de una época en que hay una búsqueda esencialista de la identidad, y en que las grandes preguntas al respecto se las hacen los escritores. En el trasfondo del debate está el intento de explicar el porqué del fracaso de los proyectos de modernización nacional. Arguedas da una respuesta en términos racialistas (ya dejados atrás por la ciencia europea en la que abrevaba), y Tamayo responde en cierta forma a Arguedas yéndose al polo opuesto pero sin salirse del esquema discursivo racialista de Arguedas.
JS. Hablando un poco más sobre esta novela, ¿crees que las identidades étnicas como aquella de Marcelo Aguilar y su hijo crecido en Estados Unidos sean cuestionadas por la fidelidad a ciertos valores culturales que definían lo indígena?
EPS. Cualquiera que intente definir hoy lo indígena de manera esencialista está destinado al fracaso. Con Marcelo Aguilar y su hijo, mi intención era doble: mostrar las diversas formas que puede tomar hoy el ser indígena, el tener raíces indígenas, y a la vez mostrar lo imposible que resulta cualquier intento de definición de una identidad étnica.
JS. ¿Cómo ves esta novela y tu escritura en general (como escritor y crítico) en terminus de tus preocupaciones sobre la realidad boliviana y latinoamericana en general?
EPS. Me interesan mucho, sobre todo a la hora de escribir novelas -con los cuentos no tanto-, cuestiones que tienen que ver con la historia boliviana y latinoamericana, con su presente convulso y con la forma en que el pasado influye en este presente. Todas mis novelas giran en torno a problemas sociopolíticos. Alrededor de la torre es mi novela que quizás entronca más con la tradición literaria boliviana. Por supuesto, también me encantaría ambientar una novela en Finlandia o Japón, y reivindico el derecho del escritor latinoamericano a ser libre de hacerlo; por lo pronto, yo no he podido hacerlo. Mi obsesión es Bolivia
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