Tuesday, February 04, 2014

Edmundo Paz Soldán: ‘Es el más difícil de todos los libros que he escrito’

Autor. Edmundo Paz Soldán presenta mañana su nuevo libro.




‘Iris’ es la décima novela del cochabambino en la que crea un mundo y una cosmogonía en clave de ciencia ficción. La presentación mundial será mañana a las 19.30 en el Centro Cultural de España en La Paz. El sello editorial es Alfaguara.

La Razón (Edición Impresa) / María José Ferrel S. / La Paz
00:12 / 04 de febrero de 2014

— ¿Cómo se acercó a la ciencia ficción?

— Cuando comencé a investigar me di cuenta de que estaba cansado de ese tipo de ficción basada en hechos reales con mucha documentación y decidí que quería hacer una cosa más libre, una cosa mucho más delirante. Cuando era adolescente leía mucha ciencia ficción y pensé que era una buena oportunidad, bajo los parámetros del género, de dejar vía libre a la imaginación.
Hay una parte de base que es una historia real, pero el género me ayudó a tocar temas políticos. Es una novela política sobre el nuevo imperialismo, las aventuras del siglo XXI, la situación económica de los países en vías de desarrollo, temas muy propios de las novelas realistas, pero el escribirla en ciencia ficción me permitió trabajar donde desplazaba ansiedades, sueños y pesadillas.

— ¿Cómo fue el proceso?
— La novela tiene cinco partes y cada una, más o menos 70 a 80 páginas. Iris es una región en el planeta bastante autónoma, hostil, un protectorado, una isla con varias ciudades y escenarios. Yo planteé cada sección casi como una novela corta. Quería hacerle sentir al lector que cada sección era como una forma de desplazarse dentro de esta región compleja, con una estructura social y una cosmogonía de sus habitantes. Eso fue lo diferente, tratar de crear un planeta, el tipo de flora, fauna, todo con cierta base histórica y real. De todos los libros que he escrito, de lejos es el más difícil.

— ¿Cuáles fueron los retos?
— En esta novela tenía que construir esa verosimilitud desde cero. Recurrí a las tradiciones mineras y guaraníes para crear los dioses y mitología del panteón de Iris, eso fue bastante complejo, pero entretenido. Combinar cosas que a primera vista parecía que no encajaban, como lo de Afganistán con las tradiciones mineras, fue lo que más me costó. Encontrar un lenguaje que fuera reconocible para el lector, como el español, pero que también diera sensación de extrañez y que ésta no llegue a ser simplemente algo pintoresco. Había que buscar un punto de equilibrio.

— ¿Qué expectativas tiene?
— Las tres primeras reseñas salieron en Perú, Colombia y España y han sido sorprendentemente positivas. Iris requiere un poco de paciencia en las primeras 20 páginas para encontrar los códigos. Me interesa tratar de seducir al lector. Esa es mi apuesta: una novela que pueda absorberte en su mundo. Sé que tiene un grado extra de desafío, pero confío en los lectores.