Wednesday, June 20, 2007

Entrevista a Paz Soldán sobre su novela titulada Palacio Quemado




"Siento que soy mas útil escribiendo: me gusta ese papel»


Entrevista a Edmundo Paz Soldán

Por Liliana Bringas de Ávila


Entrevista en Nueva York al escritor boliviano Edmundo Paz Soldán, que llegará a Lima en julio para la Feria Internacional de Libro, acerca de su reciente novela Palacio Quemado (Alfaguara 2006)

Es frecuente que en la librería Lectorum, ubicada en pleno corazón de Manhattan, se organicen lecturas literarias y presentaciones de libros, justamente en el ciclo «Los nuestros» intervino Edmundo Paz Soldán —el autor de Amores imperfectos — para disertar sobre su última novela Palacio Quemado, donde capta, con una prosa genial, la esencia de ese intelectual atrapado entre el altruismo y la negligencia, al que retrata bajo el nombre de Óscar. Creo que en cada uno de nosotros existe ese personaje de quien muchas veces nos avergonzamos.

Dice Paz Soldán: «Nadie puede estar totalmente libre de la falta de conciencia: los medios de comunicación son reducidos e inevitablemente puedes terminar trabajando para el gobierno. Creo que algunos intelectuales que laboran para un ‘medio’ no es porque necesariamente lo aprueben.»

¿Cómo nació Palacio Quemado?

Cuando tenía 18 años, quería ser periodista y tenía deseos de entrevistar a algún personaje del gobierno. Corrían los años 80: se lo comenté a mi padre, él me sugirió que esa persona podía ser mi tío, pues trabajaba para el gobierno y, en ese entonces, gozaba de gran prestigio: justamente esa secuencia sucedió tal como lo relato en la novela.

Ya en casa de mi tío, observé que tenía muchas fotos con gente importante y, dentro de toda esa colección, había una que particularmente me llamó la atención: era una foto dedicada, firmada por un ex dictador. Como no era un buen periodista no le pregunté a mi tío el motivo de esa dedicatoria, pero fue mi padre quien me contó que era él quien escribía los discursos al dictador Barrientos.

Por un tiempo olvidé ese hecho pero, hace algunos años, cuando me di cuenta de la fascinación que existe entre el poder y los intelectuales, lo recordé.

En los últimos 20 años he conocido gente y amigos que han escrito discursos para presidentes.

¿Qué quieres mostrar con esta novela?

La crisis de un sistema y una clase social acostumbrada a privilegios y que de pronto siente que el piso se le hunde.

Me fascina la época entre el 2000 y el 2003, que es el fin del modelo neoliberal en Bolivia.

Yo siento que la literatura también puede intervenir en estos procesos y que además puede captar ciertas susceptibilidades subterráneas. Quería utilizar la literatura como género de la novela con reflexión crítica, la relación del intelectual cortesano seducido por el poder.

Estoy satisfecho con el resultado, esta novela tiene siete u ocho versiones y en ese tiempo de correcciones ganó en detalles fundamentales.

¿Has recibido comentarios de políticos bolivianos con respecto a Palacio Quemado?

Sí, especialmente sobre la recreación del ambiente palaciego, el cual ha sido muy acertado, según sus propios comentarios. Antes de eso tenia inseguridad sobre ese punto. Yo no quería que el libro fuera muy literario.

Quería representar en Óscar a ese intelectual que siente que el país debe cambiar pero que al mismo tiempo sabe que esos cambios no le beneficiarán. Óscar pertenece a esa clase privilegiada. Tener una suerte de buena conciencia no lleva necesariamente a actuar.

Háblanos de Evo Morales

Pienso que es un gran caudillo y un gran líder. Pero un buen estadista debe tener un gobierno para todos y su discurso tiene limitaciones. Cuando Morales llegó al poder, dijo que no habría venganza, sin embargo su mensaje ha sido de choque y confrontación.

Hasta la clase media esperaba la llegada de un indígena al gobierno, ahora siente que no esta siendo representada.

Antes de su arribo al poder, un sector opinaba: «OK, que gobiernen los indios para que sepan lo difícil que es»; la otra posición decía «ya les toca». Yo hablo como analista.

Él no puede seguir actuando como un líder sindical sino como presidente.

Una anécdota

Cuando hablaba con editores y les comentaba que tenía lista una novela sobre política, me respondían: —No por favor, eso no vende; al único que le va bien con novelas de ese tipo es a Mario Vargas Llosa. —Entonces, para minimizar lo dicho, decía que mi novela también recreaba romance e intriga.

El Perú

Le tengo un gran cariño a Perú. Fue el primer país donde circularon mis libros fuera de Bolivia, además una rama de mi familia vive en Arequipa, hay unos afectos que son familiares; es como sentirme en casa.*

*Publicada originalmente en Cyber ayllu

Sunday, June 10, 2007

Paz Soldán defiende el trabajo del periodista




Por: Jackeline Rojas Heredia



El narrador boliviano incursiona en el género de la crónica y el reportaje periodístico. Pronto saldrá un trabajo sobre Santa Cruz en una revista académica cuyo tema central titula “La otra Latinoamérica”.

Pese al cansancio por las varias horas de viaje que había realizado y las otras tantas que le esperaban todavía por realizar, el escritor cochabambino Edmundo Paz Soldán abrió las puertas de su casa, en Cochabamba, para ceder un tiempo y hablar de su última novela “Palacio Quemado”, la misma que fue presentada la pasada semana en la feria del libro en la ciudad de Santa Cruz y que toca por medio de la ficción, el tema de la guerra del gas en el último periodo de gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada.

Pero Paz Soldán no solamente mencionó su libro. Con su característico buen humor, se refirió también al papel del periodista frente al contexto actual y el punto de encuentro o de similitud entre el escritor que firma su obra y el periodista que debe defender a diario su trabajo.

-¿Cómo ha sido o es la experiencia de trabajar como periodista para una revista norteamericana y hablar de tu país?

Se trata de una revista académica que está preparando un número que titula “La otra Latinoamérica”, me pidieron que escribiera sobre la otra Bolivia, porque la imagen que se tiene de nuestro país es de la Bolivia Andina, y estaban muy interesados en lo que está ocurriendo con Santa Cruz, como una ciudad que ha despegado económicamente y aparte tiene toda esta problemática de la cuestión de la autonomía, así que va en el camino de ser una crónica o un reportaje porque no soy periodista. Me baso más en testimonios en lo que me ha contado la gente con la que he hablado.

-Esa oportunidad para hablar sobre la otra Bolivia, sin embargo, te permitió analizar como escritor el trabajo del periodista, qué opinas de ese rol?

El rol del periodista es un rol fundamental, creo que el periodista tiene que dejar constancia del tiempo y las circunstancias que le han tocado vivir, entonces hay momentos que le va a ser más fácil para hacer, para redactar, que otros momentos. Hay momentos de transición política de mucha incertidumbre donde es complicado ser periodista.

Un amigo periodista me escribió contando lo que ocurrió en enero, quería mi opinión antes de publicarlo, tenía temor por firmar la nota y todo eso, entonces noté que era una lectura muy visceral, no sólo narraba el hecho, había también parte de su opinión, ahí me di cuenta de cuan difícil es ser periodista en este momento de transición en Bolivia, pero es un rol vital, fundamental, en cambio lo que yo siento como escritor que puedo publicar una novela cada dos o tres años y defiendo con mi nombre, ese es un tema que a los periodistas les toca todos los días y tienen que estar preparados siempre a defender todo lo que están escribiendo, en eso me parece a mi, que existe un punto de contacto entre el trabajo del periodista y el trabajo del escritor, hay un tipo de responsabilidad que tiene que ver con esto de dar cuenta inmediata de los hechos en el periodista que tiene que estar dispuesto a decir las cosas como las has visto, como testigo, sin pensar a quien puedes ofender. La labor del escritor es más un desafío imaginativo, puede o no basarse en hechos reales, sin embargo no siempre las personas pueden estar de acuerdo con lo que escribas. En esta crónica sobre Santa Cruz, seguro habrá gente que se moleste no? Bueno eso es parte del trabajo de la escritura, si no quieres molestar a nadie entonces no escribas (se ríe).

-Hay personas que critican el hecho de que vivas en EEUU y escribas sobre realidades que se dan aquí, y que supuestamente no conoces, ¿Cómo tomas esas críticas?

Debes asumir la crítica como un reto, un desafío, una vez que asumes la crítica la distancia o la perspectiva te puede ayudar o te puede perjudicar, a lo que voy no es tanto al tema que debe estar prohibido para el escritor, sino como tratas ese tema, a partir de ahí las críticas son válidas.

Pero si tu le dices a un escritor que sólo puede escribir sobre la ciudad o el país en el que está viviendo, o el tiempo en el que está viviendo, eso limitaría mucho la misma literatura que es una aventura de imaginación y lenguaje, estas tratando de construir una historia verosímil que fácilmente puedes decir, esto no es lo que ha pasado.

Palacio Quemado no es lo que ha pasado con el gobierno de Sánchez de Lozada, pero la idea es que cuando la leas, tú puedas decir “esto pudo haber pasado”, es como el desafío, son versiones alternativas. Yo siempre pienso en los escritores latinoamericanos que han escrito novelas históricas ambientadas en el siglo XVIII, XIV, y puedo hacer la misma crítica que se me hace no? La última novela de Ramón Rocha Monroy, por ejemplo, es ambientada en Sucre, luego Potosí 1600 ambientada en un periodo colonial, Gonzalo Lema ha escrito otra ambientada en el siglo XIV, ¿cómo es que se atreven a escribir sobre un tiempo que no han vivido? Y ya sabes la respuesta, la imaginación no tiene límites de espacio, tiempo o territorialidad.

-¿Cómo acogieron tu libro Palacio Quemado en el exterior?

A la novela le ha ido mejor de lo que pensaba, porque ha circulado mejor en otros países más que en Bolivia, no sé como va a ser recibida acá, yo creo que siempre cuando te metes con temas políticos muy frescos, muy de actualidad, todo el mundo tiene una opinión y a veces la disposición va más allá de lo literario y eso me interesa a mí ver como se recibe la novela aquí, pero en principio fue recibida mejor de lo que yo esperaba.

-¿En qué obra trabajas actualmente y cuales son tus últimos proyectos?

Estoy en la recta final de mi último libro de cuentos que será publicado por alfaguara a fines de este año y titula “La Inquietud de las Criaturas”, a la vez trabajo en una novela sobre el caso de unos adolescentes asesinados en una escuela en EEUU. Quiero descansar un poco de los temas políticos ya que mis últimas 3 novelas se enfocaron en tratar de entender la realidad política desde los años 70 hasta hoy.

-¿Qué te motivó a escribir una tragedia adolescente?

La historia en si me impactó mucho y luego de unos años las voces de estos adolescentes aparecieron en mi memoria y comencé a novelar. Es una novela de ficción basada en un hecho real, primero se parece mucho a lo que ocurrió y a medida que escribes se van cambiando cosas.

Saturday, June 02, 2007

Paz Soldán anuncia nueva novela



Por: Jackeline Rojas H.

“Palacio Quemado puede no ser lo que verdaderamente ocurrió en el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, pero es ese el reto, el que al leer la novela uno pueda decir esto pudo haber sido así”, afirma Edmundo Paz Soldán, quien llegó a Santa Cruz para realizar una nueva presentación de su novela Palacio Quemado, hoy en la Feria del Libro.

El escritor cochabambino anuncia también que en poco tiempo iniciará uno de sus mayores retos literarios que es escribir una obra sobre la inmigración latina a los EEUU en los últimos 25 años.

Paz Soldán aclara que el lanzamiento oficial de la novela fue en noviembre pasado, pero que en esa ocasión sólo se contó con 200 ejemplares para Bolivia, los que se agotaron rápidamente. Alfaguara la editorial a cargo de la edición prepara para este año un tiraje especial que cubra tanto la demanda en el país como en el Perú.

El escritor cochabambino menciona también está muy sorprendido por la acogida que ha tenido su obra en el exterior, “donde se ha leído más, sin embargo me interesa mucho lo que ocurra acá en Bolivia, quiero saber cómo será recibida mi novela, a un principio creo que la recibieron bien, pero no se puede hacer todavía una valoración”, medita.

Bolivia despierta un gran interés afuera, según dice el escritor, “hay mucha expectativa por lo que está viviendo nuestro país, porque se está atravesando por un periodo de transición y de cambio que resulta fascinante para los que observan desde afuera las cosas”. Menciona que bajo su orientación hay estudiantes estadounidenses que pretenden realizar tesis doctoral sobre Bolivia y la literatura influenciada por la política actual del país.

El escritor valoró también la labor del periodista y dijo que el rol del que escribe está en captar precisamente lo que se vive y observa en la realidad, “el periodista debe dejar constancia del contexto en que vive, su trabajo es vital”.

También dijo que la labor del escritor es un desafío imaginativo, la producción puede basarse o no en hechos reales, pero que a medida que se va creando, se va también, viviendo sentimientos y situaciones nuevas que van alimentando la novela y la producción literaria en general.

Lo último sobre su desafío literario imaginativo

Actualmente el escritor cochabambino está concluyendo su última producción de cuentos “La Inquietud de las Criaturas” y trabaja a la vez en la producción de una nueva novela que no sigue la línea política, porque afirma que necesita descansar de los temas políticos, y en este “paréntesis” como llama a su descanso realiza una novela basada en la muerte de cinco adolescentes en un pueblo norteamericano.

Esta novela se basa en hechos ocurridos el 96, Paz Soldán traslada los acontecimientos a una época más reciente como el 2006, se trata como dice el autor, de una obra ficticia con una buena dosis de realidad. Entre las buenas noticias, Edmundo Paz Soldán anuncia que su novela “La Materia del Deseo” será traducida al italiano por la editorial Fazi y “El Delirio de Turín” al portugués por la editorial Récord. También anuncia que pronto iniciará uno de sus mayores retos que es escribir una novela que hable sobre la inmigración latina a los EEUU en los últimos 25 años, este proyecto es auspiciado por la Fundación Guggenheim.