Thursday, March 31, 2011

Paz Soldán encarna en un psicópata los miedos de los estadounidenses



Madrid, 31 mar (EFE).- El escritor boliviano Edmundo Paz Soldán ahonda en "Norte" en la ansiedad que siente la sociedad norteamericana ante el avance de la inmigración latinoamericana en EEUU, y para ello se sirve de un asesino en serie que encarna la conexión entre "la violencia y la emigración".

Se trata de una "encarnación muy visceral de la problemática de la inmigración", asegura Paz Soldán en una entrevista con Efe en Madrid, donde ha viajado desde EEUU para presentar su última novela, publicada por Mondadori y que aparecerá en los próximos meses en Latinoamérica.

Una visita que también aprovechará para hablar de literatura latinoamericana en un foro emblemático de la capital española, la Casa de América, donde hoy protagonizará un coloquio con el escritor argentino Rodrigo Fresán.

Afirma que se siente "boliviano, latinoamericano e hispano" y aclara que no le interesa "escribir en inglés", pero subraya que afronta un reto "fascinante y complejo": hacer "literatura norteamericana en español". Y como ejemplo cita su última novela.

"Norte" surgió como un relato en el que el escritor (Cochabamba, 1967) iba a contar las vidas cruzadas de siete latinoamericanos en EEUU, pero, confiesa, a medida que la novela iba tomando forma "tres personajes fueron creciendo" sobre los demás.

Y si alguno de ellos cobró un protagonismo especial fue Jesús, un adolescente obsesionado por su hermana que, abandona el colegio y se une a una pandilla de chicos perdidos como él. Una noche de juerga apuñala a una prostituta para impresionarlos.

Con los años, se irá convirtiendo en el "Railroad Killer" (asesino del tren), un psicópata en la lista de los más buscados del FBI.

Jesús "representaba la materialización de la pesadilla del norteamericano medio", que percibe a los latinoamericanos como una inmigración incómoda que no se asimila a la cultura norteamericana como lo hicieron antes otras, señala el autor.

Se trata, dice Paz Soldán, de un "joven desarraigado" que a su propia patología se une "la rabia del rechazo que sufre de la sociedad norteamericana".

Paz Soldán quiere ir, no obstante, más allá y ahonda en otras circunstancias del pasado de Jesús que forjan su trayectoria, como el abandono de su padre cuando era un niño y sus primeros años en ciudad Juárez, considerada por Soldan "símbolo de la violencia" de México.

Una violencia que el autor recuerda "se extiende a uno y otro lado de la frontera" que separa México de Estado Unidos y que le sirve a Paz Soldán para anclar las historias de los otros dos personajes de la novela radicados en California y en Texas.

Así entra en la narración Michelle, una joven que trabaja de camarera en Taco Hut y que debe lidiar con su vocación de dibujante y guionista de cómics y con una tortuosa relación con su profesor.

La novela discurre también en la California de 1930, donde Martín Ramírez, un inmigrante indocumentado sobrevive ayudando en la construcción de las vías del tren. Después de quedarse sin trabajo, es arrestado e ingresado en una clínica donde tras diagnosticarle un tipo de autismo se convertirá en uno de los mayores representantes del art brut (arte marginal) del siglo XX.

Paz Soldán que combina la escritura con la enseñanza -actualmente es profesor en la Universidad de Cornell-, afirma que se trata de una novela en la que dominan los "personajes" sobre la trama.

Unos personajes que en el caso de Jesús y Martín el escritor construyó a partir de casos reales, mientras que a Michelle le presta parte de su propia identidad, la de un escritor preocupado por los problemas de la sociedad en la que vive.

Sus obras han sido traducidas a ocho idiomas, y ha recibido numerosos premios, entre los que destaca el Juan Rulfo de cuento (1997) y el Nacional de Novela en Bolivia (2002).

Entre su producción figuran "Días de Papel", "Alrededor de la torre", "Río fugitivo" o "La materia del deseo", entre otras.

Ahora, está sumergido en su próximo proyecto, una novela con tintes de ciencia ficción y con Afgansitán e Irak como escenarios.

Asegura que su país, que protagonizó en el inicio de su carrera buena parte de sus novelas, ha dejado de obsesionarle y ya sólo ocupa sus crónicas periodísticas.

Paz Soldán es un habitual colaborador del diario español "El País" y de "La Tercera", de Chile y al ser preguntado por la decisión del presidente boliviano, Evo Morales, de demandar a este país ante los tribunales internacionales en reclamo de una salida soberana al Pacífico, el escritor afirma tajante: "No me la creo".

Tuesday, March 15, 2011

“Norte” es el título del nuevo libro de Edmundo Paz Soldán





“Norte” es el título del nuevo libro del escritor boliviano Edmundo Paz Soldán cuya presentación se alista para el próximo 18 de marzo, en España, bajo el sello editorial de Random House Mondadori. Está previsto que en junio próximo llegue a varios países de América Latina, entre ellos Bolivia, según informó el hermano del escritor radicado en Estados Unidos, Marcelo Paz Soldán.



La historia de un asesino en serie conocido como “The railway killer” (el asesino del ferrocarril), un mexicano que asesinó a unas 30 personas en la década de 1990 mientras viajaba entre México y Estados Unidos, fue la inspiración para la nueva obra de Paz Soldán.



La trama de la novela gira en torno a los crímenes que cometió Angel Matutino Reséndiz, “el asesino del ferrocarril”, quien fue denominado así por la policía debido a que sus crímenes siempre tenían como escenario viviendas cercanas a las vías del tren que usaba para viajar.



Según Marcelo Paz Soldán, la obra cuenta cómo va transformándose el asesino a medida que comete más y más crímenes pues se le va creando una afición por matar y señala que la obra no puede enmarcarse dentro de lo policíaco o novelesco porque se trata de un “drama psicológico” donde se desarrolla un personaje.



Aunque el año pasado se publicó una reedición de “Las máscaras de la nada”, Paz Soldán trae una obra inédita después de dos años pues su última novela, “Los vivos y los muertos”, fue publicada en 2009. “Norte” también es el título de un libro de cuentos de Paz Soldán, pero no tiene nada que ver con el nuevo libro. Respecto a si se generaría alguna confusión, el hermano del autor dijo: “Hablábamos sobre eso con mi hermano, lo que pasa es que a la editorial le gustó el nombre y como está publicando el libro en España, no se ocupó mucho del mercado boliviano”.



La editorial Nuevo Milenio, a cargo de Marcelo Paz Soldán, podría co-editar con Mondadori una edición especial para Bolivia; pero aún no hay nada definido. Es la primera vez que un autor boliviano trabaja con una de las editoriales más importantes a nivel mundial.


Sobre el autor



Edmundo Paz Soldán nació en Cochabamba (1967) y actualmente es profesor de Literatura Latinoamericana en la Universidad de Cornell, en Itaca (EEUU).




Es autor de nueve novelas, entre ellas Río Fugitivo (1998), La materia del deseo (2001), Palacio Quemado (2006) y Los vivos y los muertos (2009); y de los libros de cuentos Las máscaras de la nada (1990), Desapariciones (1994) y Amores imperfectos (1998). Ha coeditado los libros Se habla español (2000) y Bolaño salvaje (2008).




Sus obras han sido traducidas a ocho idiomas y ha recibido numerosos premios, entre los que destaca el Juan Rulfo de cuento (1997) y el Nacional de Novela en Bolivia (2002). Ha recibido una beca de la fundación Guggenheim (2006). Colabora en diversos medios, entre ellos los periódicos El País y La Tercera, y las revistas Etiqueta Negra, Qué Pasa (Chile) y Vanity Fair (España).




La última vez que visitó Bolivia fue en 2010, coincidiendo con la reedición de su primer libro “Las máscaras de la nada”.








Promoción de “norte”



• La presentación se hará en Madrid y, según el hermano del escritor, Marcelo Paz Soldán, está prevista una gira de dos semanas para promocionar el libro en otras ciudades de España.



• Hasta hace algunos años, Alfaguara era el sello editorial de Edmundo Paz Soldán.



• La versión digital libro ya se encuentra disponible en la página web de Random House Mondadori y el precio es de 15 euros.

Monday, March 07, 2011

Entrevista a Edmundo Paz Soldán : Littératures d'Amérique Latine | Ecriture du mal





Por Fabrice Parisot

Entrevista a Edmundo Paz Soldán


1¿Cuándo y cómo empezaste a escribir? ¿Qué te motivó y que te motiva hoy?

2Empecé a los 9 años. Hacía periódicos para mis padres. Mis primeros cuentos son de los 11, 12 años. Pero todo fue sólo un pasatiempo hasta los 18, 19 años, en que comencé verdaderamente a escribir, que es reescribir. Lo que me motiva siempre es el deseo de contar historias acoplado a la fascinación por el lenguaje como un instrumento de expresión artística.

3Parece que con Los vivos y los muertos rompes completamente con tu obra anterior. Por lo menos, marca aparentemente una especie de ruptura en tu narrativa. ¿Por qué este cambio?

4Después de escribir muchas novelas ambientadas en Bolivia, sentí que necesitaba un cambio de aire. Vivo en Estados Unidos desde 1988, tenía curiosidad por explorar narrativamente un país muy complejo, y la historia en la que se basa la novela ocurrió cerca de donde vivo, por lo que me animé a utilizarla como punto de partida. Digamos que todo ocurrió de manera natural.

5¿Por qué elegiste este título? ¿Que deja entender?

6La novela trata sobre la relación que se entabla entre los vivos y los muertos. Sobre la forma en que lidiamos con nuestros fantasmas. Yo recordaba el título de una novela de Mailer, Los desnudos y los muertos, que me sirvió de inspiración para encontrar mi título.

7En la Nota final, insistes en el hecho de que en el relato se trata de una meditación acerca de la noción de pérdida. ¿No podría considerarse que se trata también de una reflexión acerca del Mal y de la Muerte?

8Por supuesto que sí. Pero el tema de la muerte lo tenía más consciente que el del mal.

9El libro se abre con dos epígrafes: uno en español de Ohran Pamuk, otro en inglés de Joyce Carol Oates. ¿Por qué haber elegido citas sacadas de dos idiomas diferentes? ¿Querías señalarle algo al lector?

10Bueno, lo de los idiomas es una casualidad. La de Pamuk me gustaba porque decía algo poético sobre la nieve, que es parte fundamental del paisaje geográfico y anímico de la novela. La de Oates es más brutal en su sencillez, está sacada de una novela con un psicópata como personaje central, así los epígrafes se complementaban para mí: uno habla sobre el paisaje y el otro sobre la violencia.

11El primer epígrafe se relaciona con la nieve y el silencio, el otro con la mirada y la noción de caída. ¿Invitan ambos epígrafes a focalizar nuestra lectura sobre esos diferentes aspectos?

12Sin duda. Esa era la intención.

13¿Me equivoco si afirmo pues que el clima, principalmente la nieve, la lluvia y el frio, desempeñan un papel fundamental en la psicología y en el comportamiento de los personajes?

14No, para nada. Yo quería utilizar el paisaje a la manera de las novelas del siglo XIX, para revelar estados de ánimo y no como simple decorado para que actúen los personajes. Quería que el paisaje sirviera también de manera simbólica, que la nieve fuera esa fuerza capaz de enterrar a los personajes en el pueblo, literal y metafóricamente.

15Dicha nieve es lo que más o mejor parece caracterizar a Madison, la ciudad en la que transcurre el relato. Pero, ¿qué representa Madison en la novela?

16Representa a una típica ciudad americana, lo opuesto a la mitología creada por Kerouac en En el camino. Si en Kerouac la carretera es el símbolo de los Estados Unidos, el deseo de aventura y exploración de un país inmenso, Madison es el pueblo pequeño donde los chicos no salen a la aventura, se quedan por falta de oportunidades, a heredar el trabajo de sus padres y a tratar de construir una vida sencilla y limitada en sus horizontes.

17¿Se tratará de una ciudad que existe de veras o de una pura creación literaria?

18Está basada en Dryden, un pueblito de menos de diez mil habitantes a veinte minutos de donde vivo, en el estado de Nueva York, más cerca de Canadá que de Manhattan. A Dryden le añadí algunos toques de Ithaca, la ciudad universitaria en la que vivo.

19Se nota también en la novela la importancia de los espacios virtuales. Te parecen poder relacionarse con la problemática del Mal? ¿O con otro tipo de problemática (soledad/ comunicación…)?

20Se relacionan con la pareja comunicación/soledad, cada vez más fuerte en la forma en que ambas sensaciones se polarizan. Pero también se usan para satisfacer impulsos perversos, como en el caso de Webb.

21A nivel ahora de la estructura de la novela elegiste la polifonía o pluralidad de voces narrativas. Sin embargo, pese a la multiplicidad de voces, el relato parece organizarse alrededor de tres núcleos narrativos fundamentales: la muerte de Tim y Jem, la violación y el asesinato de Hannah y Yandira y por fin otro doble asesinato, el de Christine y su padre por El Enterrador. ¿A qué responde o corresponde esa organización?

22En realidad quise respetar al máximo la progresión de acontecimientos del caso real. Pero es cierto que hay núcleos narrativos en torno a los cuales se arma la historia.

23Al final, tenemos la impresión de que vas construyendo tu relato como si se tratara de un rompecabezas cuyas piezas, una vez reunidas, permiten obtener una visión completa de una situación, de un acontecimiento o de un personaje. ¿Qué te permitía ese tipo de organización interna de la diégesis?

24Quería combinar lo micro con lo macro, que cada personaje tuviera su voz pero que esa voz tuviera sentido dentro de una estructura amplia. Me imaginaba algo así como una obra teatral en la que cada personaje sale al escenario a declamar la parte que le toca de la historia, y en la que la historia se va construyendo como una polifonía, con el concurso de todas las voces.

25En esa galería de personajes que aparecen en la novela, creo haber percibido que destaca la figura del Padre. ¿Qué importancia le das a esa figura?

26El padre, tradicionalmente, es la figura de la ley, de la represión. La novela quiere explorar esas connotaciones simbólicas. Me fascinaba de manera perversa, en la historia real, el hecho de que el psicópata estaba casado y tenía un hijo. Me preguntaba qué cosas había visto el niño, qué había absorbido sin darse cuenta, cómo se relacionaba con un padre psicópata. La mirada del niño es clave para mí en la novela.

27Además, parece que el Mal, que puede cobrar diferentes aspectos, está muchas veces relacionado con dicha figura, ¿no es así?

28Mi respuesta a la pregunta anterior así lo sugiere.

29Y el mundo de los adultos, no es tan mejor ni tan peor que el de los adolescentes…Todos de una manera u otra se relacionan con el mal sea cual sea el aspecto que cobre. ¿Significa eso que el Mal (que se da o que se padece) es inherente al ser humano?

30Es parte fundamental de la condición humana.

31Webb es la encarnación de la más alta crueldad. ¿Quisiste hacer de este personaje el símbolo del Mal hecho hombre?

32No lo pensé como símbolo. Pero sí sabía que si uno de mis personajes centrales era un psicópata, que debía tratar de transmitir ese lado brutal, el horror, la crueldad de alguien así.

33¿Qué papel desempeñan los chistes que se cuenta?

34En las primeras versiones Webb aparecía como alguien muy ordinario, un hombre más bien gris. Necesitaba algo que transmitiera su violencia interior, un detalle que construyera su psicopatía. Curiosamente, y no sé si puedo explicarlo de manera racional, cuando se me ocurrió lo de los chistes pensé que era el elemento que faltaba, que transmitía ese lado siniestro que buscaba. Fue más bien una intuición.

35En el núcleo dedicado a la violación y al asesinato de las dos adolescentes por Webb algunas escenas parecen estar sacadas de unas películas de horror. ¿Me equivoco?

36No. La idea era que no fueran gratuitas. Pero sí era necesario transmitir el horror de enfrentarte a un psicópata desatado.

37¿Qué cineastas o qué películas te influenciaron?

38Las vírgenes suicidas, de Sofia Coppola, y Elefante, de Gus van Sant. También me ayudaron los noticieros de CNN sobre casos de pedófilos, asesinos en serie, etc.

39¿Reivindicas la escritura cinematográfica para esta novela? ¿O mejor prefieres la de escritura policíaca?

40Más que nada, quería que la novela se pudiera leer de una sentada, como si se tratara de un cuento. Quería meter al lector en la acción desde la primera frase y no soltarlo hasta al final. Seguro que el cine me ayudó, pero me ayudó más la literatura de suspenso, de la que soy un gran admirador.

41En cuanto a Junior, el hijo de Webb, parece ser víctima de traumas y padecer esquizofrenia. ¿Otra forma del Mal? O ¿será para él una manera para escapar a la realidad que vive?

42Es una manera de escapar de esa realidad asfixiante. A él lo veo más como una víctima que debe enfrentarse de la mejor manera posible a una situación capaz de vencerlo y dejarlo con traumas.

43¿Por qué haber introducido también como tercer núcleo el asesinato de Christine y de su padre? ¿Querías demostrar que existen varios tipos de crímenes? ¿Qué el Mal puede cobrar varios aspectos? ¿Llevar diferentes máscaras?

44Porque así ocurrió en la vida real. Sólo quería respetar eso.

45Daniel, el periodista, tiene todas o casi todas las características de un detective. Pero, al final, nos damos cuenta de que él también está sufriendo por haberse ido su mujer con el yogui. ¿Vendría Daniel a encarnar otra forma del Mal?

46No, Daniel no encarna el Mal. En la primera versión lo pensé como un elemento organizador, una suerte de detective que va uniendo todas las pistas de la novela. Pero luego vi que eso era muy tradicional y que había que darle un papel más suelto. Así que al final él está relacionado con otra pérdida, la del desamor.

47Amanda, por fin, aparece como un personaje aparte. ¿Será ella la que encierre el mensaje clave de la novela?

48Bueno, es el centro moral de la novela, la sobreviviente, la que es capaz de mirar más lejos que los demás. También está dañada, pero ha podido salir del infierno.

49¿Cuál será ese mensaje?

50No sé si mensaje. Pero sí que somos capaces de resistir al Mal, aunque eso signifique que terminemos con traumas que nos acompañarán de por vida.

51La droga, el sexo y los mundos virtuales aparecen como los ingredientes que mejor definen a una juventud que se siente frustrada y aburrida. ¿Aquéllos serán signos que permiten definir la aparición Mal y su inexorable repetición?

52En todo caso, sería la banalidad del mal, por usar una frase muy conocida.

53¿O son meros estereotipos o clisés que permiten caracterizar a la juventud de los Estados Unidos de principios del siglo XXI?

54Supongo que hay algo de eso también. La novela trabaja con estereotipos del cine juvenil norteamericano (los deportistas, los estudiosos, las cheerleaders) pero ojalá que sea capaz de trascenderlos.

55Hasta Dios parece haber abandonado a los seres humanos que pueblan esta ciudad del upstate Nueva York. ¿No habrá pues ningún remedio?

56Una de mis inspiraciones para esta novela, la inspiración secreta, es Juan Rulfo. Un cuento como “Luvina” me ayudó mucho a pensar en Madison como un purgatorio o un infierno. Y de allí no se sale vivo. Casi.

57¿Puédese atribuir a la fatalidad las numerosas muertes que convierten la novela en una verdadera tragedia?

58Pocos lo han visto, pero lo cierto es que buena parte de las muertes son debidas a accidentes, no asesinatos. Así que sí, la fatalidad tiene un gran papel en la novela.

59¿Cómo interpretarías que todas las fuerzas del Mal se abatieron sobre Madison, verdadera tierra de maldición?

60 Literariamente, Madison es una condensación de esa violencia cotidiana con la que debemos convivir. Metafóricamente, Madison es mi Luvina.

61Sé que el 18 de marzo de este año va a salir tu nueva novela titulada Norte. ¿Trata de lo mismo?

62Trata de la violencia, pero está más relacionada con el tema de frontera y la inmigración latinoamericana a los Estados Unidos. Es una novela más extensa, menos íntima que Los vivos. Es otra mirada al mismo problema de la violencia en la sociedad contemporánea.

63 Y para terminar, ¿en qué estás trabajando ahora?

64En una novela de ciencia ficción. Una novela de guerra que comenta de manera indirecta sobre lo que está ocurriendo en Irak y Afganistán.

65 Muchas gracias, estimado Edmundo.